Sin un viaje a un oculista, algunas serpientes han desarrollado sus propios dispositivos para corregir la visión. Los científicos han descubierto cómo las víboras de hoyo pueden convertir las manchas borrosas en imágenes útiles con una claridad sorprendente.
Resulta que todo está en sus pequeñas mentes.
Dos grupos de serpientes, víboras de fosa y boids (una familia que incluye boa constrictores) lucen un órgano de foso a cada lado de sus cabezas. Extendida a través de cada cavidad del tamaño de un borrador de lápiz, hay una membrana que puede detectar la luz infrarroja, que es el calor, emitida por una presa cercana. Los científicos han sabido que las víboras de hoyo utilizan estos órganos de manera similar a la forma en que funciona la cámara.
El "hoyo" actúa como una lente, obligando a la luz de la fuente a formar un pequeño punto en la membrana: la película de la cámara. Al enfocar la luz en un punto tan pequeño, las cámaras con orificios pueden producir imágenes nítidas.
"Entonces, para obtener una imagen clara, se necesitaría una cámara estenopeica con un agujero realmente pequeño", explicó Leo van Hemmen, físico de la Universidad Técnica de Munich en Alemania.
Pero una apertura tan pequeña nunca permitiría la entrada de suficientes ondas infrarrojas, que tienen una frecuencia mucho menor que la luz visible, para estimular la membrana. La pequeña abertura "significa una pequeña cantidad de energía por segundo, demasiado pequeña para excitar incluso los detectores [infrarrojos] sensibles en la membrana del pozo", explicó van Hemmen.
Las aberturas de la serpiente son demasiado grandes, por lo tanto, para producir imágenes nítidas.
Usando un modelo de computadora, el equipo de van Hemmen descubrió que algunas serpientes dependen de una red de neuronas en sus cerebros para mostrar una imagen borrosa. El estudio indica que la red cerebral sirve efectivamente como lentes correctivos.
Los resultados se detallarán en un próximo número de la revista. Letras de revisión física.
El modelo mostró que una señal infrarroja de cada uno de los receptores de calor de la membrana activa una neurona para disparar. Esta velocidad de disparo varía con respecto a la entrada de los otros receptores. Al ajustar la forma en que interactúan los aproximadamente 2,000 receptores de calor, el equipo de van Hemmen creó imágenes dignas de huelga [Ejemplo].
Las imágenes nítidas son cruciales para una serpiente hambrienta "si quiere golpear una fuente puntual, por ejemplo, un pequeño ratón a una distancia de 1 metro [3 pies]", dijo van Hemmen WordsSideKick.com.
Nada de esto es demasiado complejo, tampoco. Las serpientes tienen cerebros pequeños, por lo que los investigadores mantuvieron su modelo de computadora simple, concluyendo que "incluso una red cruda mejora dramáticamente la imagen infrarroja".
👉 Algunas especies de serpientes tienen órganos sensoriales que les permiten detectar las radiaciones infrarrojas liberadas por sus presas.
👉 Las serpientes, sacan su lengua bífida y con ella barren el aire circundante, recogen partículas y llevan estas sustancias hacia un órgano denominado vomeronasal (órgano olfativo accesorio) que los ayuda a detectar a sus presas.
👉 La visión detallada es limitada, pero no impide la detección de movimiento. Algunas serpientes poseen fosetas loreales, capaces de detectar el calor. No obstante eso no indica que tengan visión infrarroja, ya que la información va a áreas del cerebro distintas a las de la visión.
👉 Como su nombre lo indica, las serpientes nocturnas son en su mayoría nocturnas. Sin embargo, también pueden estar activos durante las horas crepusculares (alrededor del amanecer y el anochecer). Durante el día pasan su tiempo debajo de rocas, troncos y otros objetos.
👉 Los pozos térmicos de víboras, pitones y boas detectan la radiación infrarroja emitida por las presas utilizando canales de proteínas activados por el calor.
👉 Allí los ponen en contacto con un receptor llamado "órgano de Jacobson" o vomeronasal, que se encuentra entre el ojo y el oído, a ambos lados de la cabeza, y consiste en dos estructuras huecas muy sensibles.
Los científicos han descubierto cómo las víboras de hoyo pueden convertir las manchas borrosas en imágenes útiles con una claridad sorprendente.