La magia de las luciérnagas es más que el deleite de un niño. Los investigadores han insertado el compuesto de luz brillante del insecto en las proteínas, lo que les permite rastrear de manera no invasiva los mecanismos biológicos en el tejido vivo.
Las luciérnagas tienen una proteína llamada luciferasa que les permite enviar señales de luz entre sí. David Piwnica-Worms de la Universidad de Washington y sus colegas cortaron cuidadosamente la luciferasa por la mitad e incorporaron ambas piezas en proteínas separadas, que solo interactúan en presencia de un antibiótico llamado rapamicina. Por diseño, la luz se emite de las piezas de luciferasa solo cuando las proteínas diana son capaces de unirse.
El equipo colocó células, diseñadas para producir estas proteínas alteradas, en los vientres de los ratones. Observaron un brillo en la piel de los animales a los que se les había administrado rapamicina.
La luz de las combinaciones de proteínas no era visible a simple vista porque la mayoría de los fotones se absorbían en el tejido intermedio. Pero con una cámara digital sensible, los investigadores pudieron detectar una señal que era 10,000 veces más fuerte que la luz de fondo.
"Esta técnica abre otra ventana para observar estas interacciones de proteínas", dijo Piwnica-Worms.
Un informe sobre esta técnica fue publicado en el procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias.
La forma en que se emparejan las proteínas ha aumentado el interés desde el descubrimiento de que el genoma humano tiene menos genes de los que se esperaba. "El corolario de este hallazgo es que las proteínas deben tener múltiples funciones", remarcó Piwnica-Worms.
Para comprender esta tarea múltiple, los científicos quieren ver las proteínas en acción en un organismo vivo, en lugar de un tubo de ensayo o un cultivo celular. Este tipo de imagen no invasiva puede ser una ventaja para los estudios preclínicos de medicamentos anticancerosos que bloquean las interacciones de proteínas en las células tumorales.
Pero para aquellos que esperan impresionar a sus amigos al brillar en la oscuridad, Piwnica-Worms dijo que las pruebas en humanos probablemente estén en el futuro lejano.
👉 Las luciérnagas tienen órganos lumínicos especiales situados bajo el abdomen. Cuando absorben oxígeno, éste se combina dentro de las células especiales con una sustancia llamada luciferina y reacciona produciendo luz sin apenas generar calor.
👉 Así, actualmente se atribuye esa iluminación al mecanismo de atracción sexual entre estos insectos. Cada tipo de luciérnaga cuenta con un patrón de destello de luz diferente, de forma que esta actúa como una señal de identificación ante posibles y compatibles parejas sexuales.
👉 En el mundo existen unas 2.000 especies de luciérnagas. Muchas de ellas se encuentran en distintos niveles de peligro en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los motivos son tres: la destrucción de sus hábitats, el uso de pesticidas y la contaminación lumínica.
👉 Las luciérnagas también se conocen como bichos de luz, pero no son moscas o insectos; en realidad son escarabajos. Sus cuerpos son de color marrón o negro, y su brillo puede ser verde, amarillo o naranja. Las luciérnagas producen su brillo o luz a través de un producto químico en sus cuerpos que reacciona con oxígeno.
👉 Las luciérnagas espirituales reflejan la luz de Dios, y hacen algo más: Resisten a sus enemigos pacíficamente, luchando por la verdadera luz, aunque todo lo que se pueda ver sea la oscuridad que envuelve su brillo encantador. Hay tanta información hoy en día.
👉 La luciferina de las luciérnagas es una molécula luciferina que se encuentra en muchas especies de insectos de la familia Lampyridae, como las luciérnagas. Es el sustrato de la enzima luciferasa (número EC 1.13.12.7), responsable de la emisión de la luz amarilla característica de estos animales.
Los investigadores han insertado el compuesto de luz brillante del insecto en las proteínas, lo que les permite rastrear de manera no invasiva los mecanismos biológicos en el tejido vivo.