Las personas usan una variedad de sonrisas en sus vidas, algunas reveladoras y otras ocultas. Sonreímos cuando ganamos, y sonreímos para reprimir el disgusto. Así Herman Melville llamó a la sonrisa "el vehículo elegido para todas las ambigüedades".
Una sonrisa puede ser saber, ganar o falso. Puede estirarse astutamente y con dientes como una sonrisa de cocodrilo, o parecer leve y enigmática como la sonrisa de Mona Lisa. Una variedad tan amplia sugiere que, en la antigüedad, un enganche vio que se requieren más músculos para fruncir el ceño que para sonreír: ¿a qué sonrisa se refieren? Una sonrisa verdadera, del tipo que involucra los músculos oculares que solo el 1% de los humanos pueden controlar conscientemente, probablemente requiere muchos más músculos que fruncir el ceño, mientras que un poco, no estamos entretenidos, los rincones del mundo. -la boca arriba toma el tirón de uno o dos pares.
Sin embargo, la comparación de sonrisas "verdaderas" y "falsas" no logra captar toda la complejidad de la pregunta. Las emociones humanas básicas como la ira, la tristeza, el miedo, la sorpresa, el disgusto, el desprecio y la felicidad producen expresiones reconocibles, pero las sonrisas pueden surgir de una variedad de estados emocionales: diversión, satisfacción, entusiasmo, orgullo, satisfacción y alivio, por nombrar algunos. Los investigadores no están de acuerdo sobre si cada emoción se asigna a una disposición particular de músculos, o si una sonrisa puede representar muchos sentimientos.
Por otro lado, la vieja letra de Joe Goodwin, "Cuando sonríes / Todo el mundo sonríe contigo" probablemente esté en lo cierto. La investigación sugiere que las personas tienden a saludar las sonrisas con sus propias sonrisas, mientras que los ceños fruncidos solo provocan fruncir el ceño alrededor de la mitad del tiempo.
No solo eso, sino que las sonrisas funcionan en ambas direcciones: así como la felicidad puede hacerte sonreír, los estudios han demostrado que, gracias a una peculiaridad del sistema nervioso autónomo, la sonrisa puede hacerte feliz. Desafortunadamente, lo mismo se aplica a las expresiones de tristeza y angustia.
Ambos fenómenos se relacionan con las neuronas espejo: células cerebrales que se activan cuando observamos una acción, como una sonrisa, y cuando participamos en ella.
La próxima vez que te sientas triste, prueba con una sonrisa. La gente no solo le devolverá la sonrisa, sino que también engañará a su cerebro para que se sienta un poco más feliz.
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👉 Al formar esa característica arruga vertical entre las cejas, estamos poniendo en acción nada menos que 43 músculos, un auténtico esfuerzo físico.
👉 Dependiendo del tipo de sonrisa y de la intensidad de la misma, se pondrán en marcha entre 12 y 17 de esos músculos para la obtención del gesto deseado.
👉 El sistema muscularHay aproximadamente 60 músculos en la cara. Sonreír es más fácil que fruncir el ceño. Para sonreír intervienen 20 músculos, mientras que para fruncir el ceño hacen falta más de 40.
👉 Se necesitan 62 músculos para enfadarse y solamente 26 para sonreír. Así que sonreír es más sencillo, genera más endorfinas (lo hormona de la felicidad) y cortisol (la hormona anti fatiga) y alegra nuestra vida y la de aquellos que dependen de nosotros.
👉 Las arrugas del entrecejo (o arrugas glabelares) son líneas verticales que se forman en el entrecejo a causa de los movimientos repetitivos que los músculos hacen cuando fruncimos el ceño o expresamos emociones. Hay dos músculos responsables de este movimiento: el superciliar y el prócero.
👉 Si continuamente tiendes a fruncir el ceño, es muy probable que te aparezca una línea vertical entre las dos cejas que le dará un aspecto duro a tu rostro y menos juvenil.
La variedad de sonrisas pone la vieja idea de que se necesitan más músculos para fruncir el ceño que sonreír para discutir.